Este verano, en AFDA combaten el estigma, la vergüenza y el sentimiento de fracaso personal ante el diagnóstico de ansiedad y/o depresión a través de la campaña en redes sociales #noestuculpa, con la que buscan aliviar la carga de la responsabilidad individual en la ansiedad y la depresión, e invitar a poner el foco en los problemas colectivos que tenemos que abordar como sociedad para garantizar el bienestar de toda la población.
La campaña está compuesta por seis animaciones realizadas por la diseñadora zaragozana Inés Lamarca, que irán publicando diariamente en la cuenta de Instagram desde el lunes 15 de julio. Para cada una de estas seis animaciones se ha contado con el testimonio de personas que están atravesando procesos de ansiedad y/o depresión como consecuencia de situaciones de exclusión social, efectos del cambio climático, discriminación por razón de género, acoso laboral, desahucio de la vivienda y feminización de los cuidados.
Estos factores externos se conocen como determinantes sociales en salud mental y son, según la Organización Mundial de la Salud, “las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen”. El empleo y las condiciones laborales, la equidad de género, el entorno ambiental y social, la disponibilidad de servicios públicos, el acceso a vivienda y seguridad, o los condicionantes culturales, se reconocen así como factores que tienen un importante impacto sobre el bienestar colectivo e individual.
El enfoque social de la salud mental que plantea la campaña #noestuculpa pretende combatir los sentimientos de fracaso personal, vergüenza y culpabilidad que aparecen con frecuencia ante el diagnóstico de ansiedad y depresión, así como incentivar un debate público sobre los aspectos sociales y culturales que ponen en riesgo la salud mental y provocan desigualdades en el bienestar.
Para ello, cada uno de los vídeos va acompañado de datos que permiten contextualizar los testimonios recogidos. De esta manera, esta campaña expone que la tasa de suicidio entre las personas trans es 7,7 veces más alta que en el resto de la población, que la dificultad de acceso a la vivienda, la inseguridad o la pobreza energética elevan sustancialmente el riesgo de padecer ansiedad y estrés, o que el desempleo triplica las probabilidades de sufrir depresión, entre otros datos con los que desde AFDA invitamos a la reflexión.