Temarios de hace más de 30 añoscon contenidos totalmente desfasados en especialidades como informática, plazas insuficientes que no tienen en cuenta al personal interino de larga duración, fechas inapropiadas o condiciones “indignas” para examinadores y opositores. STEA (Sindicato de los Trabajadores de la Enseñanza de Aragón)exige, tanto al Gobierno de Aragón como al Ministerio de Educación, una reforma en profundidad del obsoleto sistema actual de acceso.
Las deficiencias actuales se ponen de manifiesto precisamente esta semana, cuando más de 10.000 opositoresestán llamados a competir por 1.018 vacantes de 24 especialidades de secundaria, formación profesional, escuelas de idiomas y artes. Estas oposiciones comenzaron sus primeras pruebas el pasado fin semana aunque el grueso se llevarán a cabo este sábado día 21.
La primera crítica de STEA es contra el discurso triunfalista del Gobierno de Aragón sobre “el récord de plazas” convocado este año. “No es oro todo lo que reluce, ya que aunque es cierto que ha aumentado sobre las ofertas habituales, que apenas cubrían las jubilaciones anuales en el sector -unas 400- no tienen en cuenta la alta temporalidad, cercana al 50%, existente en la Educación aragonesa, y especialmente al personal interino de larga duración, para el que se deberían haber convocado en estos años procesos de estabilización mediante concurso de méritos, sin oposición, como establecen las leyes nacionales y europeas”.
El sindicato de enseñanza no universitaria considera que, al planificarse las oposiciones para 2025 “se buscó el objetivo político de superar las 1.000 plazas, fijándose la cifra final en 1.018, ¿pero por qué no se sacó una cifra similar de plazas en 2024, 2023 o 2022?”. A juicio del sindicato esas vacantes en esos años hubieran permitido asentar a un gran número de profesorado interino con largos años de experiencia, a través del concurso de méritos derivado de la Ley 20/2021 y de las oposiciones de estabilización. “Durante tres lustros el profesorado interino se ha enfrentado a procesos de oposiciones raquíticas, en las que superar las pruebas no les garantizaron una vacante”. Por ello, STEA reivindica una modificación de la legislación que permita a quienes tengan oposiciones aprobadas en convocatorias anteriores acceder directamente a la fase de concurso.
INFORMÁTICA DEL SIGLO XX Y FOTOGRAFÍA ANALÓGICA
Entrando en el detalle de estas oposiciones, STEA denuncia en primer lugar que los temarios que utilizan los aspirantes datan de 1994 y llevan más de tres décadas sin actualizarse. “Esta situación es especialmente sangrante en algunas especialidades. Por ejemplo, las ligadas a la Informática en secundaria y FP, donde los opositores han de asimilar los contenidos sobre lenguaje de programación ensamblador y C, cuando en la práctica diaria han sido sustituidos por el Python o Java entre otros”. En la de Orientación el absurdo es absoluto, en el tema de la oposición que lleva por título “La diversificación curricular: aplicación de los artículos 23 y 37 de la Ley Orgánica General del Sistema Educativo”, esa norma ha sido sustituida por varias leyes posteriores.
El revelado fotográfico con productos químicos continúa formando parte de los contenidos de las especialidades de Imagen y Sonido, sin embargo las técnicas digitales actuales no están recogidas. En las especialidades docentes asociadas a la FP sanitaria las técnicas actuales utilizadas en los laboratorios clínicos ligadas a los procesos de automatización no se recogen en el temario de oposiciones, ni tampoco los contenidos de nuevos ciclos formativos como el de Emergencias Sanitarias.
Esos viejos temarios además de obsoletos no tienen un desarrollo oficial de sus contenidos, se limitan a ser unos títulos con un número variable de epígrafes publicados en el Boletín Oficial del Estado. Tampoco les acompaña la publicación sobre los criterios de corrección de los mismos, ni en sus aspectos teóricos ni en los supuestos prácticos que se derivan de los mismos. En consecuencia las personas opositoras se enfrentan a unas pruebas sin unas mínimas garantías sobre su preparación. Desde STEA se viene reivindicando la actualización de los temarios, el desarrollo de sus “contenidos oficiales” y los criterios de calificación de los mismos para dar seguridad a los aspirantes. Este punto sería competencia del Ministerio de Educación.
PRUEBAS EN LAS TRES CAPITALES DE PROVINCIA
Otra mejora que reivindica el sindicato es la descentralización de las pruebas en las tres capitales de provincia en las especialidades con más aspirantes, por ejemplo Inglés o Historia, donde podría haber tribunales en las tres ciudades, evitando el desplazamiento de opositores y miembros de los tribunales. En otras comunidades autónomas ya existen precedentes al respecto. Cuestión distinta son las especialidades con un único tribunal, pero en el grueso existiría la posibilidad de evitar el desplazamiento masivo de personas desde su lugar de residencia habitual.
Además, el Gobierno de Aragón solamente abona a los miembros de lostribunales de oposición docentes el mínimo establecido por el Ministerio de Educación, y se da un importante agravio comparativo con los tribunales de la Administración General de Aragón, con retribuciones más elevadas. Hay que recordar que el profesorado es un cuerpo estatal pero gestionado por las comunidades autónomas, por ello ese mínimo establecido por el Ministerio de Educación podría complementarse con una retribución autonómica hasta nivelarse con lo pagado a otros tribunales dependientes de la Diputación General de Aragón.
Aparte de cobrar poco, el profesorado miembro de los tribunales tiene que adelantar de su bolsillo los gastos correspondientes a su alojamiento, desplazamiento a la sede del tribunal o comidas, una media de unos 600 euros. Algo que no cobrará hasta el año natural siguiente, a pesar de terminar las oposiciones en el mes de julio. Con ello, además se ve obligado a realizar una declaración de la renta complementaria por cobrar unas retribuciones en un ejercicio fiscal posterior al debido.
ALTAS TEMPERATURAS Y HUMEDAD
Para STEA, “las oposiciones en Educación se organizan básicamente atendiendo a criterios económicos”. Son las de más corta duración entre las que dan acceso a los cuerpos superiores de la administración al comenzar el 21 de junio y terminar en menos de un mes, el 18 de julio. Al comenzar justo al terminar las clases los miembros de los tribunales no son sustituidos, se hace uso de los propios centros ya sin alumnado, y en muchas ocasiones las condiciones ambientales en los centros, en plena canícula, vulneran las condiciones de temperatura y humedad establecidas en el Real Decreto 486 de 1997 sobre las condiciones ambientales de los centros de trabajo.
Sin embargo, “existen mejores alternativas, como el caso de Cataluña, donde las oposiciones se realizan durante el segundo trimestre de cada curso, ello garantiza unas mejores condiciones ambientales tanto para el profesorado miembro de los tribunales como para los aspirantes a obtener vacante”, resalta el sindicato aragonés.
Ante esta situación, STEA concluye que “el profesorado de la Educación pública merece mayor respeto, por parte delMinisterio de Educación y Formación Profesional, en lo relativo a la actualización de los temarios (con su desarrollo y haciendo públicos los criterios de evaluación), y del Gobierno de Aragón, en relación al pago de los tribunales, a la descentralización de los mismos al menos en las especialidades con más aspirantes o en trasladar las fechas de realización de las pruebas fuera del periodo estival.
Según este sindicato, “es hora de que la ministra Pilar Alegría y la consejera Tomasa Hernández dejen de tirarse los trastos a la cabeza y colaboren en la mejora de la Educación, comenzando por la forma de acceso a la condición de docente, el actual sistema de oposiciones es completamente obsoleto y es urgente reformarlo por completo”.
