En 2017 se cumplen 125 años de una decisión del Ayuntamiento de Zaragoza que todavía es destacada como muestra del maltrato de los poderes públicos hacia el patrimonio artístico y de desprecio de la opinión ciudadana: la demolición de la torre de la plaza San Felipe, conocida por todos como Torre Nueva.
Desde 1508, cuando se le colocaron las campanas, hasta 1892, cuando se demolió el edificio, la Torre Nueva fue uno de los símbolos de la ciudad. Por estar considerada la más bella de las torres mudéjares, por su papel social como reloj público visible desde todo lugar y también por su característica inclinación: 2,6 m respecto a la vertical, que no afectaban en nada a su estabilidad y solidez.
El recuerdo de la torre y los planes para recuperarla, siguen vivos siglo y cuarto después del “turricidio”, como se calificó en su momento; en parte porque la Torre Nueva es un monumento del que durante toda su vida han dejado testimonio numerosos grabados y fotografías. Aparecía en todas las vistas de la ciudad y su decoración y lo curioso de su desviación la hacían un motivo especialmente interesante, como muestra la colección particular de José Luis Cintora.
Cintora es uno de los más reconocidos fotógrafos zaragozanos y su cámara ha retratado en distintas publicaciones El Pilar, la Seo, la Aljafería…; pero es también uno de los mejores conocedores de la historia de Zaragoza en los últimos siglos, y su interés por el siglo XIX y cómo la ciudad se transformó entre los Sitios y la Exposición Hispano-Francesa de 1908 le han llevado a reunir lo que algún estudioso ha calificado como “la mayor colección privada” de imágenes de Zaragoza.
El propio José Luis Cintora ha seleccionado y comentado para la web de Maaszoom los mejores grabados y fotografías de la Torre Nueva en una nueva sección que en este año 2017 nos irá descubriendo todos los secretos del monumento y de los artistas que nos mostraron su imagen.