En este dibujo del célebre dibujante, grabador y pintor Gustavo Doré (Estrasburgo 1832 – París 1883) de la Torre Nueva de Zaragoza -con el título “La Tour Penchée á Saragosse”, datado en 1873- se puede apreciar su marcado estilo romántico, con el que logró dotar a su obra de una enorme fantasía. El grabado fue realizado por Antoine Bertrand, para el libro “Voyage en Espagne” del barón Jean Charles Davillier. La imagen aparece invertida por efecto de impresión de la plancha. Realmente la torre se inclinaba hacia el sur y el reloj miraba al este.
En esta última obra sobre la Torre Nueva recopilada por el fotógrafo y estudioso José Luis Cintora, hay que resaltar la pequeña cúpula a la izquierda de la imagen. Pertenecía a otra victima de la estulticia y la inexorable piqueta que se llevó por delante destacadas muestras artísticas en la capital aragonesa. Se trata de la Capilla Conventual del Temple, uno de los raros ejemplos de planta circular de la arquitectura templaria. Fue destruida a finales de los años sesenta del siglo XIX.