Jean Laurent (1816-1886), uno de los más importantes fotógrafos de cuantos trabajaron en España durante el siglo XIX, es el autor de esta imagen del monumento, una imagen de gran calidad técnica, que permite, incluso, contar las hiladas de ladrillo.
En la toma no es visible, pero en el último cuerpo de la torre, se alojaba la campana Mayor, de historia tan accidentada como la del propio edificio. La original fue fundida y colocada en 1508 por Jaime Ferrer, que también fue el fabricante del reloj, y costeada con los bienes embargados a los asesinos del inquisidor Pedro Arbués; pero se volvió a fundir en 1510 por su deficiente sonoridad. En 1709 se quebró y se realizó una reparación provisional que apenas duró un año, cuando se desprendió un fragmento de casi 200 kg. Así, en 1711 y 1712 se volvió a fundir por dos veces consecutivas hasta que el 5 de febrero de ese año quedó instalada definitivamente en lo alto de la torre.
Todos estos problemas son menos sorprendentes teniendo en cuenta que se trata de una monumental pieza, de 12.000 kilos de peso y 2’34 metros de diámetro en la boca.
“La Torre Nueva o Torre Inclinada” (1874) es la duodécima entrega de la serie de dibujos e imágenes sobre la Torre Nueva recopilada para Redes en la Nube por el fotógrafo y estudioso José Luis Cintora.