Los microbiólogos José Yuste, del Instituto de Salud Carlos III, y Carmen Ardanuy, del hospital Bellvitge de Barcelona, ha reivindicado en la primera jornada del Congreso Aragonés de Atención Primaria la importancia de la vacunación contra las neumonías, como “una de las principales causas de hospitalización por causa infecciosa, que supone una pérdida de calidad de vida para los pacientes y un gasto millonario en la Sanidad pública, por una enfermedad que se puede prevenir”.
En la ponencia, “Vacunas respiratorias 360º: lo que el clínico debe saber sobre neumococo y VRS hoy”, los dos expertos ha incidido en que “la prevención de la neumonía hay que hacerla de una forma global”, con la vacunación conjunta frente a los distintos patógenos que producen infecciones respiratorias, como la gripe y la covid-19, destacando las últimas investigaciones frente al neumococo, “la principal causa de neumonías bacterianas” y el virus respiratorio sincitial (VRS), “tradicionalmente asociado a infecciones respiratorias en lactantes, pero que se ha consolidado también como una importante causa de enfermedad en adultos mayores y en personas con patologías crónicas”.
José Yuste ha destacado que aunque se trata de vacunas distintas, “todas se pueden coadministrar de forma segura para el paciente, con dosis en cada brazo o en otras zonas anatómicas”. Igualmente se trata de vacunas “que tienen una efectividad buena; y, por ejemplo, la del neumococo previene el 80% de los serotipos. A lo mejor no evitan la infección, pero sí las formas más graves de la enfermedad, que llevan a la hospitalización, el ingreso en la UCI y hasta la mortalidad”.

HOSPITALIZACIÓN ENTRE LOS MAYORES
El ponente ha destacado que, pese a ello, las tasas de vacunación siguen siendo bajas “porque hay cierto agotamiento vacunal y también porque la gente ha perdido el miedo a estas infecciones”, pese a que ya solo en el caso del neumococo, la tasa de hospitalización es de 109 casos por cada 100.000 habitantes; principalmente entre los mayores de 75 años. Además, se trata de estancias “de duración elevada, de más de diez días de media”.
Así, estos ingresos suponen “un coste de unos 10.000 euros por paciente, según un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos, y entre 2016 y 2022 el gasto para el sistema sanitario fue de 383 millones de euros; algo muy relevante para una enfermedad que se puede prevenir”. También es importante el impacto para los pacientes, “pues muchas veces hay secuelas, como fatiga respiratoria por los daños en el tejido pulmonar, que bajan un escalón la calidad de vida”; y al incidir especialmente en personas mayores y con otras patologías, llegan a ser causa de fallecimiento.
En el caso del VRS, la doctora Carmen Ardanuy ha explicado que los investigadores son “cada vez más conscientes de su papel como causa de cuadros graves en pacientes de edad avanzada, especialmente en aquellos con enfermedades respiratorias o cardíacas o con sistemas inmunitarios debilitados”, con una incidencia de hospitalización que, en las semanas álgidas de la temporada viral, llega entre los mayores de 80 años a 20 personas por cada 100.000 habitantes.
Estos casos quedan enmascarados porque “afectan especialmente a quienes padecen enfermedades crónicas y el virus desencadena exacerbaciones de su patología de base”. También se ha demostrado “la capacidad que tienen virus y bacterias de potenciarse; así, la presencia de bacterias como el neumococo en pacientes con infección por VRS se asocia a una mayor gravedad”.

EL PAPEL DE LA ATENCIÓN PRIMARIA
José Yuste ha subrayado que deberían vacunarse todos los adultos a partir de los 60 o 65 años, “porque aunque estemos sanos en teoría, a medida que cumples años, vas teniendo patologías adicionales que incrementan el riesgo de infecciones respiratorias, y ya de por sí la edad es un factor que hace que nuestro sistema inmunitario sea cada vez menos eficiente a la hora de reconocer a los patógenos”. Igualmente, deberían vacunarse los adultos más jóvenes con factores de riesgo (diabetes, EPOC, patologías cardiacas…), y quienes estén en contacto con estas personas “pues nos vacunamos primero por protección directa nuestra, pero también para proteger a las personas con las que convivimos”.
Para lograr este objetivo de aumentar las tasas de vacunación, “frente al error enorme de banalizar estas infecciones”, el doctor Yuste ha destacado el papel de la Atención Primaria como “un eslabón clave, ya que son los primeros profesionales que atienden a cualquier enfermo”. “Es fundamental que ante cualquier consulta, el médico revise el estado vacunal del paciente para recomendarle que se la ponga”, ha concluido.
En el caso del VRS, Carmen Ardanuy ha explicado que existen vacunas disponibles “que no solo protegen frente al virus, sino que también disminuyen las reagudizaciones de patologías respiratorias y cardiovasculares”; aunque actualmente en la mayoría de comunidades, como Aragón, solo se incluyen en el sistema sanitario para colectivos de especial riesgo (como ingresados en residencias o inmunodeprimidos). Sí se ha extendido la utilización de anticuerpos específicos en lactantes. Sobre el papel de la Atención Primaria frente a esta enfermedad, la ponente ha resaltado la importancia de “colaborar en una buena vigilancia epidemiológica y fomentar los hábitos saludables, con el objetivo de mejorar la calidad y la esperanza de vida en la población de edad avanzada”.
FOTOS: Johanna Aznar
FUENTE: Nota de prensa Congreso Aragonés de Atención Primaria
