El origen del nombre de la tecnología que hoy une dispositivos que antes estaban separados, como auriculares, móviles o coches conectados, se remonta a más de mil años atrás. El término es un homenaje al rey danés y noruego del siglo X, Harald Blatand, traducido al inglés como Harald Bluetooth (diente azul). Conocido por su capacidad de discurso y convicción, este monarca fue capaz de unificar las tribus noruegas, suecas y danesas y convertirlas al cristianismo.
Otra pista: el logo de Bluetooth combina las runas Hagall y Berkana, que se corresponden con las iniciales de Harald Bluetooth.