Con un cuidado trabajo de manipulación fotográfica José Antonio Duce ha reconstruido en esta imagen de su serie “La Aljafería musulmana y cristiana”, un aspecto del recinto fortificado del que hoy en día solo quedan vestigios arqueológicos: su muralla del siglo XI.
nnnnEn efecto, el palacio primigenio estaba rodado por una muralla de tapial, reforzada por dieciséis torreones ultracirculares, del mismo modelo que los erigidos por los romanos para proteger la ciudad. Hasta nuestros días solo han llegado la huella de sus basamentos y dibujos del siglo XVI; pero del mismo modo que esos vestigios permitieron reconstruir la fachada oriental, Duce nos recuerda que los cuatro costados contaron con torres de defensa.
nnnnCiertamente, no se duplicaron las puertas de ingreso ni estaba presente la galería de arcos que la corona, que es reforma del siglo XV y que, significativamente, Duce solo mantiene en este tramo, cuando en verdad se extiende a izquierda y derecha.
nnnnEl gran fotógrafo zaragozano nos recuerda en esta imagen que una de las funciones de la muralla no era solo la defensiva, sino la de separar del exterior, el mundo refinado donde vivía el príncipe.
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