Aínsa, en el corazón de la comarca del Sobrarbe, es una preciosa localidad del Pirineo aragonés cuyo casco antiguo está declarado conjunto histórico-artístico desde 1965. Destacan su plaza mayor porticada, la colegiata de Santa María y el castillo, que datan del siglo XI.
En esta nueva entrega de “Aragón en mi recuerdo”, José Antonio Duce nos ofrece uno de los detalles arquitectónicos más peculiares de la villa altoaragonesa: las ventanas ajimezadas, con delicados capiteles de transición al gótico. Se encuentran en la calle Mayor que, cerrada en sus dos extremos por sendos arcos, es un conjunto de nobles edificios, entre los que destacan Casa Arnal y Casa Bielsa.
El genial fotógrafo aragonés captó hace medio siglo el contraste entre la ventana de la derecha, que ha sobrevivido el paso de los años sin ninguna variación, y la de la izquierda, reconvertida bruscamente en balcón rectangular, aunque asoma en ella su traza original.